By Google ha decidido acceder en los editores de código inteligentes con Antigravity, una propuesta que busca replantear de raíz la relación entre programador y herramienta. Aunque está construido sobre la base de Visual Studio Code, el editor más usado del planeta, Antigravity se aleja del modelo tradicional para convertir la inteligencia artificial en el auténtico centro del proceso de desarrollo.
Un IDE casi idéntico a VS Code… por fuera
A primera vista, cualquiera podría confundirlo con el editor de Microsoft. La disposición de paneles, la iconografía y la estructura visual evocan claramente a VS Code, algo que parece más una estrategia que una coincidencia: facilitar la transición de quienes ya dominan el ecosistema más popular del mercado.
Pero esa familiaridad solo actúa como una puerta de entrada. Una vez dentro, se revela un funcionamiento profundamente distinto, en el que los agentes de IA dejan de ser un complemento para transformarse en los responsables principales del trabajo cotidiano.
El programador como supervisor, no como ejecutor
Antigravity propone un enfoque en el que los desarrolladores ya no gestionan un único asistente, sino un conjunto de agentes especializados que colaboran entre sí. La tarea del usuario pasa a ser más estratégica: asignar objetivos, revisar resultados y coordinar la acción de un pequeño “equipo digital” que ejecuta el trabajo técnico.
Google describe este sistema como un centro de mando, una especie de sala de control donde se orquesta el trabajo simultáneo de varios agentes capaces de operar en paralelo, una ventaja especialmente visible en proyectos complejos o de gran escala.
Transparencia total: artefactos, trazabilidad y Mission Control
Uno de los puntos más llamativos de Antigravity es que cada agente documenta lo que hace mediante artefactos: planes, listas de acciones, capturas del proceso e incluso grabaciones del navegador. Es una especie de registro visual del camino que sigue la IA, lo que permite auditar cada paso con una claridad poco común en herramientas de este tipo.
Además, la interfaz incluye Mission Control, un panel desde el que se pueden observar todos los agentes trabajando al mismo tiempo, hacer correcciones sobre la marcha o dividir una tarea en subtareas, casi como dirigir a un equipo multidisciplinar.
Apertura total a modelos de IA
Aunque Antigravity integra de forma natural a Gemini 3 Pro, Google ha decidido no limitarse a su propio ecosistema. El editor permite elegir modelos como Claude Sonnet 4.5 o GPT-OSS, lo que evita la dependencia de un solo proveedor y amplía el margen de personalización para el desarrollador.
Esta política, poco habitual entre los editores impulsados por IA, ha sido recibida como un paso importante contra el temido vendor lock-in.
El punto débil: los créditos
Al principio pretendía ser un producto gratuito, pero durante la fase de vista previa se ha visto limitada por su uso. Numerosos usuarios informan de que se han quedado sin créditos en cuestión de minutos, incluso sin realizar consultas directas al modelo.
La imposibilidad de ampliar la cuota desde el propio editor y la saturación durante las primeras horas han levantado sospechas sobre limitaciones globales más que individuales. Google asegura que solo una mínima parte de usuarios debería verse afectada, pero las experiencias reales apuntan a un escenario más complicado.
Un rival que no lo tendrá fácil
Pese al entusiasmo inicial, la llegada de Antigravity se enfrenta a un gigante consolidado: Visual Studio Code. Su popularidad, comunidad masiva y vasto ecosistema de extensiones no son fáciles de replicar. Intentar desbancarlo podría compararse con intentar arrebatarle a Chrome su dominio en los navegadores.
Aun así, Antigravity introduce una idea disruptiva: un IDE capaz no solo de ayudar, sino de actuar, planificar, colaborar y verificarse a sí mismo. Si este enfoque prospera, podría marcar el inicio de un nuevo paradigma en la forma de escribir software.
¿Revolución o experimento?
Antigravity podría convertirse en una de las apuestas más ambiciosas de Google en el ámbito del desarrollo de software. Su éxito dependerá de si logra estabilizar sus servicios y atraer a una comunidad que hoy sigue profundamente arraigada a VS Code.
Lo que está claro es que inaugura una etapa donde programar ya no significa teclear sin parar, sino dirigir inteligencias artificiales capaces de hacerlo por los progranadores.
Descargar Google Antigravity
Si quieres probar Antigravity y experimentar con su sistema de agentes de IA, puedes obtener la versión más reciente desde el siguiente enlace oficial:
